El Peñón

La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.

Federico Fellini


El tiempo pasa como la piedra que llega de la mano al vidrio... volando. Pasó incluso nuestro cumpleaños y ni una torta de granito nos hicimos.

Hemos vuelto como el desborde de una montaña con piedras nuevas y más pesadas, asegurando que se nos vienen encima, no sólo las tan sonadas elecciones sino actualizaciones más regulares y menos telarañas de abandono para nuestro querido espacio piedrístico.

Gracias a todos por su (des)espera(ción) y esperamos que este cargamento de escritos sea de su agrado. o que por lo menos sea un chichón para su cabeza.

Las venideras elecciones están hasta en la sopa... y como no, en Tiralapiedra! así que lean y voten por su candidato favorito lanzando una piedra, pero no al monitor por favor, recuerden que es una metáfora.

ACLARATORIA:

En Tiralapiedra queremos negar rotundamente cualquier tipo de conexión real, espiritual, ética, virtual o moral con los grupos subversivos que toman la tiradera de piedras como su actividad principal, así como cualquier tipo de relación con la droga llamada Piedra, así como cualquier nexo con el extinto partido del Conde del Guácharo, así como cualquier unión con la antiquísima Piedra de Rosetta.

De igual manera no nos haremos responsables por corazones, egos y vidrios rotos en la existencia de esta publicación virtual.

Les aseguramos nuestros contenidos tienen un índice de 0.0001% de trascendentalidad para sus vidas. Por tanto serán de beneficio para su salud mental.

Gracias por su visita (sea voluntaria o accidental) de parte del equipo de piedreros: oMar-Mota y Vickys-Térica


Marimar por Moymoy Palaboy

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Paralelo

10 han revirado

Esta es una historia ficticia, los nombres han sido modificados para proteger a los involucrados, aunque no lo suficentemente cambiados para que no sepan de quienes se trata... enjoy!!!

Por fin se acabaron las vacaciones, ¡si! diganme galla, diganme nerd, no me importa, estuve dos meses pudriendome en mi casa y me alegra decir que puedo volver a mi vida normal.

Subo al autobus y doy las buenas tardes: "¡pasaje al subir!" es lo que obtengo por respuesta, resignada y acostumbrada a ese rictus doy el dinero, muestro mi carnet y busco asiento junto a la ventana, lo mas cerca de la puerta.

Estoy sentada en el autobus, el autobus que me lleva diariamente a mi universidad, veo por la ventana, observando el camino mientras en la radio suena una especie de reggeaton -para variar ¿no?- Recuesto mi cabeza del vidrio y empiezo a dormitar, espero no quedarme dormida, pero es inevitable en estos viajes, siempre dormito en los autobuses, es costumbre.

De repente abro los ojos, ¿me quede dormida?, miro a todos lados un tanto desorientada, al parecer estamos cerca -digo para mi- asi que pido la parada; sorprendentemente el chofer me deja justo donde era, doy las gracias como acto reflejo aún a sabiendas del silencio que la sucede y casi caigo del vehículo cuando escucho un: "a su orden señorita, buenas tardes", hago un par de maromas y logro caer de pie, volteo rapidamente pero el autobus ya arrancó dejandome en la parada estuperfacta de la impresión.


Me dirijo a mi facultad, presurosa por contar lo sucedido cuando observo con asombro que los buhoneros de la entrada no estan ¿sera que es dia de parada? -pienso extrañada- sin embargo continuo mi marcha, ya quiero ver a mis amigos.

Mientras me acerco siento un aura de extrañeza en el ambiente, aura que no logro indentificar por lo que decido continuar, ya estoy en mi pasillo, suspiro aliviada y un poco nostálgica buscando a algún conocido con la mirada; al cabo de unos segundos identifico a varios de ellos y me dirijo hacia alla.

La primera en saludar es mi amiga Margarita, que esta tirada en el piso acostada sobre un par de bolsos, un poco desconcertada la saludo y procedo a saludar a Tania que se ve un poco mas gordita de lo normal, el siguiente es Ornelo, que contrario a su estado normal se ve sumamente feliz y tranquilo. ¿como estan chicos? pregunto emocionada y procedo a sentarme en el piso. Bastante impresionados de verte por estos lares -me contesta Ornelo- ¿como es eso? -digo francamente extrañada.

¡Mira! ahi viene Kristy -escucho que dice Margarita; mi impresión se acrecentó al notar a Kristy con una bolsa de Mc Donald's en una mano y bebiendo un refresco con ese mismo logo en otra mano -Vivi!- me dice sorprendida ¿y a que debemos el honor? -escucho que me dice- ehh, bueno -es todo lo que logro articular ante la impresión de semejante visión- ¿y Mariela? -dice preguntando mientras se sienta junto a Ornelo- debe andar con la novia -oigo que responde Tania- que bueno ser lesbiana -prosigue- puedes tirar sin miedo a embarazarse- dice sobandose el abultado vientre- sentí un alivio tremendo de estar sentada en el piso ya, porque juraria que me maree en ese momento... no lograba entender nada de lo ocurrido, ¿que estaba pasando?, mire hacia todos lados intrigada, esto tenía que ser una broma, esto no puede estar ocurriendo.

¿Y qué hicieron en las vacaciones? -interviene Kristy- ¿que han sabido de Alberto? -continua. La otra vez lo ví -responde Tania- andaba con la novia para variar... ¡Ay si! -interrumpio Margarita- él me dijo para que salieramos, pero me dio ladilla -dijo haciendo un ademan y acomodándose más entre los bolsos.

Un sueño -pense- ¡no no no! una pesadilla -rectifiqué- eso debe ser, asi que, no me moveré y solo dejaré que siga su curso hasta que me despierte -pensé-

¿y Yaimara? -preguntó Kristy- porque si aquí esta Vivi supongo que podemos aprovechar la coyuntura e invitarla a beber... ¿Beber? -dijo Ornelo irónicamente- tu sabes bien que a Yaimara no le gusta beber, y menos salir por ahí, ayer la invité al San Ignacio y para variar me rechazó -dijo con cierto enfado.

Mi cara de sorpresa era ya indisimulable, no podia articular palabra, así que sólo me dediqué a escuchar estupefacta. ¡Miren! ahi viene Oscar -dice Tania- de seguro tampoco nos acompañará, como ahora es popular -dice con desdén- ¿ahh? -digo- no, no, no, Oscarcito no por favor -cierro mis ojos con fuerza, no quiero ver que hicieron con él en este mundo bizarro- ¡Hola! -escucho una voz familiar- ¡You! ¿Qué pasó mi raza, haciendo nada como siempre? -escucho que dice arrastrando las palabras; mi curiosidad es muy grande, quiero y al mismo tiempo no quiero ver.

Abro primero un ojo y al verlo no puedo evitar abrir ambos ojos con impresión, me encuentro de frente con la visión de un Oscar totalmente diferente: pantalones ultra anchos que lleva a rastras mostrando la ropa interior, camisa rosada de daddy yankee, un bling bling guindando de su cuello, par de zarcillos de diamante falso y una peineta en su afro; se acerca a saludarme y retroceso asustada, me levanto de golpe sólo dando como excusa el baño.

Me echo agua en la cara y noto que los baños están pulcros, mas limpios de lo normal, hay abundante papel higienico y ni un solo rayón en ninguna puerta del baño. Definivamente esto esta raro -digo para mi- debo irme de aqui -concluyo.

Salgo del baño y me consigo a Oscar que pregunta -¿Oye mami, y eso que estas aqui y no en tus clases de modelaje?-

¿En donde? ¿EN DONDE? -grito con ojos abiertos como platos- en tus clases de modelaje pues -me dice viéndome como si hubiese perdido la razón- que por cierto, te estan haciendo bien -dice tomandome la cintura- ...tas como chévere mami -concluye acercandose a mi lascivamente.

¿Qué coño te pasa? -grito impresionada mientras lo empujo- esto es definitivamente es una pesadilla, esto no puede estar sucediendo -digo para mi-, me zafo de Oscar huyo del pasillo y corro desesperada por la rampa, estoy terminando de bajarla cuando escucho que me grita Oscar: ¡Oye, saludame a tu novio, dile que tenemos un juego de basquet pendiente! al escuchar esto me volteo hacia él, pierdo el equilibrio y caigo de bruces.

De repente todo esta oscuro, primero todo es silencio, pero poco a poco empiezan a escucharse cornetas de carros, autobuses, gritos y demás, abro los ojos de golpe y veo que aún estoy en la camioneta. ¡¡¡Este tipo cree que lleva cochinos!!! escucho que grita un pasajero. Miro los lados, un tanto desorientada, y noto que estoy cerca, respiro profundamente, pido la parada y como siempre el tipo me deja dos cuadras mas arriba, me guindo de la puerta y el chofer me dice: rapido mamita que esto no es parada y el fiscal me 'ta viendo feo... si si, -digo- y brinco del autobus aún en movimiento, caigo de pie y observo todo a mi alrededor, suspiro hondo tragando smog y sonrío ampliamente... gracias a Dios.

Dedicado a mis amigos, el grupo "Infamia All Stars"

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Piedritas en tu zapato #7

3 han revirado

...Esta es de inventos!

- Noveleitor: innovador televisor a prueba de agua que evitará que las doñitas se pierdan su novela mayamera y/o mexicana aún estando en el baño.
- Encadeneitor: aparato de la forma de un reloj de pulsera que avisa a su usuario cuando se aproxima una cadena de radio y televisión, dándole suficiente chance para ubicar una TV o un radio cercano a fin de verlo u oírlo. Está también el Encadeneitor Plus, que avisa con mayor antelación la llegada inminente de la cadena, previniendo a su usuario para que éste emigre a los canales de cable, o vaya a ver una película, o lea un libro.
- Chisteneitor: sé el alma de la fiesta con este aparato, similar al manos libre bluetooth de los celulares. El Chisteneitor te va contando al oído chistes que previamente puedes seleccionar al azar, o por tema, o por niveles, desde los más inocentes hasta los más asquerosos.
- Estimuleitor Plus: después del éxito arrollador del Estimuleitor Silver, sale al mercado la solución para las mujeres preocupadas por su figura. Esta pantalla con forma de espejo de cuerpo entero tiene integrado sensores que le recuerdan a la usuaria que "no está gorda", que "esa combinación está ideal", "te ves bella, no hace falta más" y por último, después de la vez número diez que haga la misma pregunta una alarma con otro tono de voz le indica: "MUJER, TE ESTÁN ESPERANDO ALLÁ ABAJO DESDE HACE MÁS DE MEDIA HORA!"
- Alarmeitor: Evite ser víctima del hampa con este aparato de última generación... Tiene la forma de muñequera, pero incluye una pequeña bocina en la que sonará la alarma de los autos de la policía que usted desee. De esta forma los asaltantes marcarán la milla buscando una zona menos segura para hacer de las suyas.

¡Con la compra de cualquiera de estos productos recibirá GRATIS un limpia-lagañas y el libro "Las claves para amar a su tierra" escrito por el afamado Carlos Baute! ¡Shame sha!

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Messenger: Casos perdidos

3 han revirado

Caso 1: X conoce a Y por casualidad. Se caen muy, pero muy bien... X es amable y carismático, Y es agradable. Deben despedirse, pero antes de hacerlo, Y saca papel y un bolígrafo y ante la cara sorprendida de X, le pide su correo electrónico: x@hotmail.com. Nunca llegaron a decrise el nombre. Gracias a la mensajería instantánea se puede hacer realidad eso de "yo quiero tener un millón de amigos", sólo que siempre se termina chateando con los mismos 2 o 3 de los miles que se guardan en sus listas de contactos... Algunos no son eliminados por el grato recuerdo que dejó su amistad en algún momento, o porque teniéndolo ahí podrás ver la última foto que colocó en su Space y criticar lo fe@ que ve vistiendo de esa manera...


Caso 2: Carola se conecta en el Messenger. Todo bien, hay pocos conectados y aún no le han enviado el primer zumbido, menos mal. Disfruta leyendo las idioteces que escriben sus contactos en los nicks, como ésta que colocó Titina: "...ya no te veré más, fuiste mi mejor compañía...". Queda impresionada, pues que recuerde su novio era una maravilla y esto y lo otro y su relación se veía bien estable; así que decide aclarar dudas y iniciar un chat con ella:

Caro (8) says:
huuuula titi! como estas
Ya no te veré más, fuiste mi mejor compañía says:
hola mi amor (k) yo estoi de maravilla y tu ?
Caro (8) says:
un poco extrañada por ese nick que pusiste... pasó algo con Rodri?
Ya no te veré más, fuiste mi mejor compañía says:
el nick? ah no vale, no tiene que ver con Rodri, el esta muy bien y todo eso, pero igual te vas a morir cuando te enteres lo del nick
Caro (8) says:
y que paso?
Ya no te veré más, fuiste mi mejor compañía says:
eso es que mi mamá botó a Puchi, mi peluche porque estaba viejo y tu sabes que el era un amor con migo, full fiel y me acompañaba a dormir y era muy lindo de felpa pero tu sabes com son esas cosas cuando a la mama de uno le da por hacer de robotina y tirar a la basura lo primero que vea como mi lindo peluchito y...



... Y nadie pudo detener a la habladora de la Titi. La opción que trae el Messenger de colocar un nick para identificarte es agradable, aunque muchos desean destacarse de esta pequeña forma, ya sea ventilando cosas personales, revelando verdades universales místicas a través de frases obtenidas gracias a Google, soltando esa cosa repreimida que llevas dentro como si fuera un grito, o alguna frase mostrando tu opinión o parecer acerca de un tema, película, situación, etc... Eso sí, no echan todos los detalles de su drama en el nick, son bien creativos y apenas colocan frases sueltas y sin aparente sentido, cuasi-poéticas pues, que logren atraer la atención del que revisa los contactos para ver con quién chatea; mover su curiosidad a fin de que pregunte: "¿porqué pusiste ese nick?"

Caso 3: Messenger es el espacio ideal para aquellos que desean liberar su "yo" reprimido. Ellos suelen más de una cuenta, una que representa lo que los expertos llaman "la máscara social" y otra u otras por cada identidad que desean asumir... como ocurre con Lucho. Luchito es un chico de 38 años muy reservado, al extremo. Habla sólo para responder con monosílabos las preguntas de su mamá, quien jamás notó un comportamiento asocial o de timidez en su pequeño retoño de bigote y barba. Se emocionó muchísimo cuando pudo reunir la platica para instalar Internet en su casa. Como todos sus conocidos -que no pasan de 2 primos-, lo primero que hace es averiguar qué es eso del "mesenyer"... al mes, agregaba lotes de mujeres a su cuenta alternativa sexomaniaco66@hotmail.com, les echaba los perros o las invitaba a practicar ciber-sexo ("tranquila mi perrita, si no sabes te exxxplico").
Si lo rechazaban como ocurría en el 85% de los casos, inmediatamente eliminaba esos contactos. Los sobrevivientes se quedaban chateando horas y horas con el inocente Luchito temas de interés general como las posiciones preferidas, las fantasías sexuales, o cómo serían tu orgía ideal...

Lo peor de este caso, es que con el tartamudeo esporádico que le daba no podía ni darle los buenos días a la vecina del piso 8 que está más buena que un Pirulín con Nutella.

Caso último: Andrés Bello resuscita, y acude al ciber café más cercano para ver los giros que ha dado la historia y sobre todo su amada gramática de la lengua castellana. Pide ayuda al dueño del local, un poco extrañado por su vestimenta, que le abre el Messenger y le pide los datos de su cuenta para conectarlo, pero para Bello eso es chino. Es entonces cuando el dueño le sugiere una de las páginas más vistas del momento: www.quepasoelmio.com.ve, un chat en el que puedes conocer gente y hablar de varios temas... Más le hubiera valido no haber salido de su tumba. Una serie de retorcijones e infartos fulminantes lo dejaron tieso en el asiento en el que se encontraba, después de leer las aberraciones que varios escribían: no entendía qué carajos quería decir =) ni TQM, mucho menos TQB o TQQJELMDMVTA (te quiero que jode eres lo mejor de mi vida te amo). Salieron ante sus aterrorizados ojos varias ventanas que le preguntaban: e/s/c? (edad/sexo/ciudad), sufrió letra por letra al enterarse que CASA se escribe "ksa" y ni hablar de cuando comprendió que ya no escribimos como debe ser, sino como hablamos... Aquel buen hombre refalleció con una cara de horror irrepetible y definitivamente no querrá saber más de nosotros si en algún momento llegara a revirir por segunda vez.

NOTA: todos los personajes, páginas web y e-mails aparecidos son ficticios... y si existen son meras coincidencias.

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El cuento del Gallo Pelón

7 han revirado

Dedicado a tod@s l@s que votaron por el "sí"... aquí les cuento el cuento del Gallo Pelón

Martes 13 de febrero de 1979. Pésima fecha para mi mamá, que era un baul lleno de supersticiones, refranes y dichos populares. Precisamente por pensar en pajaritos preñaos fue que nacimos Antonio y Carlos, quien les habla. La diferencia está en que Tony, aunque nació el dia 9 del mismo mes, se me adelantó unos tres años provocando un concubinato improvisado entre mi papá y mi mamá, que finalizó con mi nacimiento, un martes 13 de febrero de 1971. Ya lo he dicho tanto que no me hace efecto: soy un superviviente del aborto, un no-planificado.

Tony recibió toda la atención y apoyo de mi madre. Le enseñó a escribir en cursivas con la mano derecha, hizo jornadas dobles en su trabajo para comparle libros para que aprendiera a escribir y a leer, inversión que fue retribuída con una rapidez inesperada. De verdad que Tony fue un niño inteligentísimo, criado con todo el esmero posible para que en el menor tiempo posible la mantuviera; a fin de cuentas, el sueño silente de todo padre pobre. Yo no pude desarrollar el método autodidacta, más bien prefería salir del rancho a tirarle piedras a los vecinos, no pasaba nada, no tenía ni que pedirle permiso a mi mamá. Prefería no meterme con ninguno de los dos, Tony era demasiado sagrado como para meterle un lepe y los correazos eran demasiado fuertes como para repetir la furia de ella.

Siempre fui el callado, el que dentro de la casa se la pasaba en una esquina, el que jodía sólo cuando se escapaba. Cuando llegó la edad escolar de Carlos me empecé a preocupar por mí, si esperaba a que mi madre lo hicera quedo ignorante por siempre. Aprendí a escribir imitando los trazos que dejó Tony en el cuaderno aquel de caligrafía, me molestaba hacerlo con la mano derecha, fue de esta manera que empecé a ser zurdo. Los viejos de los ranchos cercanos me enseñaron a leer a punta de coscorrones. Ellos me ponían libros extrañísimos, con cosas que no ves ni asomándote por la ventana ni en la televisión. Pero gracias a ellos no soy como el resto, al contrario de lo que pensaba mi madre.



Aún me acuerdo de su reacción cuando me vio escribiendo. Era un poema que había memorizado, tenía que hacerlo así, porque no me prestaban los libros y así podía practicar lectura y escritura. Además me gustaba mucho y quería conservarlo de alguna manera. Yo nunca le había anunciado que ya sabía leer y escribir, así que cuando se apareció a mis espaldas y vio aquello que quise guardar en una hoja del cuaderno de Tony, se enmudeció por un tiempo que me exaltó mucho, nos paralizó a ambos, me arrancó la hoja y dijo que los zurdos son personas malas, malditas, que nunca tendrán un lugar en el cielo. Una vez dicho esto, sin pensarlo, me dio una eterna cachetada que mantengo como fiel recuerdo suyo.

Me puso restricciones a partir de ese suceso. No más salidas para los ranchos de los viejos, prohibido usar las cosas de Tony hasta que me toque heredarlas y otras que no recuerdo. Me odió mucho más cuando no salí becado en el colegio, al contrario de Tony. Tuvo que mostrarle personalmente al director las condiciones de nuestra casa y enseñarle en la cama en qué consiste su malpagado trabajo. Veinte minutos después, obtengo mi beca.

No me importaba nada. Absoluta y completamente nada. La indiferencia total me ganó. No me importa que me llamen hijo de puta, porque lo soy. No me importa cuanto se metan conmigo, o si tratan de demostarme aprecio dentro del colegio, no lo quiero.

Pero nunca llegué a esos extremos de los chamos que salían del sexto grado. No me interesaba meterme en drogas, o cojerme a una caraja. No le veía la menor ciencia a eso. Al terminar la etapa básica me perdía por la ciudad a ver. Veía jardineros y parques, obreros y edificios, mecánicos y carros, cada uno ocupado a lo suyo, a los suyos.

No pude ser como ellos, pero logré algo parecido. En un mirador dos viejos amigos metidos a malandros me enseñaron una nueva palabra: Sicario, profesión emergente que definiría mi futuro. Mi falta de escrúpulos me permitió entrar rápido en ese negocio, pero nunca tuve mayores pretensiones ni ideales que alcanzar a punta de balazos. Con lo que iba ganando, pagué un parasistema y me alcanzaba para darle a mi mamá. De pobreza financiera jamás sufrió, sobre todo cuando Tony entró a estudiar Administración becado por una Universidad de la élite. Pasado el primer semestre, entró en la nómina de una importadora trasnacional importantísima, ocupando un cargo que normalmente sería para un graduado. Su inteligencia le permitió subir sin parar.

De San Martín subió a Chacao, de Chacao al Country. Antes de la primera mudanza mi mamá aparentemente dejó de trabajar. Se dedicaba a engordar mientras veía la televisión que renovaba cada seis meses. Se notaba por la sustitución de aromas; antes era esencia de vainilla, ahora es fritura y grasa. Recibía cada visita y cheque de mi hermano con una alegría bizarra, exagerada, festiva; mis aportes cada vez mayores eran vistos como propina.

Mientras tanto, yo me volvía muy bueno en mi negocio. Creo que mi madre sabía en qué andaba yo, pero le daría igual si amanezco millonario por matón o muerto por malandro. Mejoré mis métodos, reemplazé a los jefes, comandaba la vaina. Las víctimas eran cada vez más caras: capos, ministros, curas, diputados, hijos de papi. Cuando me vi rodeado de todo esto no supe cómo hice para llegar tan alto, pero lo aproveché como pude.

Pero me dí cuenta de que ya no tenía ningún sentido seguir así. No sé si fue por aburrimiento o porque quería volver a los tiempos en que disfrutaba ver lo que sea, ver sin hacer nada, como desde niño, como siempre. La cuestión fue que decidí dejar esto, agarrar la plata e irme a otro lado, un lugar rodeado por un paisaje interminable que pueda admirar hasta que quede ciego.

No tuvieron problemas. Arreglé todo para hacer un último trabajo y después perderme. Nadie notará que estuve algún momento.

La última vez que estuvo Tony en el rancho fue para anunciar que se iría a Miami. Ya tiene todo listo. Casa, mujer, visa, trabajo. Fue precisamente por el trabajo que se fue. Lo ascendieron y debe dirigir una buena parte de suramérica desde allá. Promete que no dejará de pasarle el dinero mensual a nuestra mamá. En sus adentros, mi mamá promete no dejar de cobrar. Yo dije sin abrir la boca "...hasta nunca Antonio".

Nunca destinó esos reales para otra cosa que no fuera ella. El rancho, salvo unos cambios en los electrodomésticos, seguía siendo el mismo. Yo empezaba a desligarme de todo aquello más de lo normal, temía que surgiera de algún lugar desconocido por mí sentimientos de melancolía por todo lo que pretendía dejar atrás.

Un mes mas tarde, llegó la señal definitiva. Mi último trabajo. El cliente no es de por aquí, incluso el que me contactó es apenas un representante que acepté por la seriedad que transmite en sus palabras. Es normal que pase eso, sobre todo si eres alguien importante y no deseas exponerte de ningún modo. Me ofreció una cifra de siete ceros por acabar a una persona que le arruina la distribución de drogas en su mejor zona: los cerros. Después de varios martinis, me dio más detalles, como que es una red internacional que llega a tres países de Europa, el sur de los Estados Unidos, Centroamérica y buena parte del sur. Ya sentía que se acercaba el final de esta mancha en mi vida, con notable felicidad aparentaba oír todas las cosas que decía el representante que no me importaban, pero que serían el punto y seguido que necesito para empezar a ser yo mismo.

Por malacopa, todos esos tragos se me revolvieron mientras leía el papel con las instrucciones que colocaron en uno de mis bolsillos. Dije que no haría nada hasta que el dinero no estuviese en el banco. Me dijo que para pasado mañana lo podría comprobar, que hasta ese día tenía para hacerlo. De acuerdo.

Pensé en Antonio, noté que era la segunda vez en todos estos años que lo llamaba así. Me pasó la idea de ir a Miami, no tan cerca de donde él vive y vernos de vez en cuando, tanto como lo permita nuestra cercanía de muchachos. Pero unas ganas desesperadas, lacrimosas, rompieron mi pecho recordándome que quiero hacer una nueva vida, si es posible una familia, que quiero olvidarme de todo, rehacer mi memoria a partir del primer segundo después que termine éste último trabajo.

Lunes 12 de febrero de 2007, dieciocho minutos para que sean las doce. Me detuve a ver el movimiento del segundero en el reloj de pared que miras al abrir la puerta del rancho. Dieciocho minutos. Eso será todo lo que vaya a ocurrir: El sol habrá dado una vuelta, mi mamá habrá llegado a la casa de no sé donde, me habrán depositado el dinero. Más nada.

No me preocupó dejar la pistola tirada en la cama de ella, ni mi ropa, sólo quería bañarme. Después de hacerlo recogería eso y si lo llegase a ver, estoy seguro que no le importaría nada. Mientras me desvestía, vi sobre el tanque de la poceta una foto de mi madre, Antonio y yo cuando a él le regalaron un viaje a la Colonia Tovar gracias a un concurso del colegio. El premio venía acompañado por un dinero, que mi mamá empleó en comprar un pastelito para San-Tony y una botella de ron para ella. Para las diez de la noche, no nos decía nada sobre dormirnos temprano, pudo haber sido una especie de beneficio o simplemente que le importaba un coño si dormíamos o no. Ese fue uno de los días en que la ví feliz de verdad, con una sonrisa mal dibujada, pero sincera, echando chistes y rememorando que por mi culpa se fue mi papá. En un instante detuvo toda esa salivación sin sentido para verme. No sé si se reía de mí o si me regaló una risa, trataba de concluirlo mientras la miraba fijamente. Me preguntó si quería que me contara el cuento del Gallo Pelón. No entendí para nada a qué se refería, mi pensamiento se volvió mudo tras los golpes de mi corazón emocionado. ¡Al fin mi mamá me habla con cariño! Con inocente alegría casi grito que sí, que quería que me contara ese cuento. Imaginé que era un cuento que escuchó de su madre antes de dormir y que ella pensaba hacer lo mismo conmigo... Más bien me sorprendí al escucharla repetir la pregunta como si no me hubiera escuchado, a lo que vuelvo a responder con más fuerza ¡Sí!

Me ve con una cara extrañada, como si no entendiera qué quiere decir ella, sin embargo se para de su asiento para seguirme y preguntarme si quiero oír el cuento del Gallo Pelón. Insisto, le digo que sí, le pido que por favor me cuente ese cuento, pero no cesa de hacer lo mismo, me pregunta otra vez, otra vez, sin parar, sin bajar la voz. Creo que fue esa la primera vez en mi vida que he llorado, justo como ahora.

Como el resto de mi ropa está en la maleta, una vez salí del baño me tuve que vestir con la ropa que traía. Me da igual. Nadie notará la diferencia. Faltan dos minutos para las doce y suenan las llaves chocando contra el seguro. Termino de acorbatarme a la vez que noto que las lágrimas aun no se han secado. Tomé el paño y lo pasé por mi cara. Mi mamá al fin pudo abrir la puerta. No hizo falta asomarme, todo se oyó con claridad: cómo lanzó los tacones a una esquina, cómo tiró unas bolsas al suelo, cómo dejó las llaves en la mesa y cómo se iba acercando a su cuarto.

Una vez adentro, su cara de malévola felicidad se tensa mientras ve cómo termino de arreglarme. Me quito la caspa de los hombros y volteo a verla.

Ya son las doce.

Fue Antonio quien me contrató para acabar con el capo que le arruina el negocio en los barrios. Mejor dicho, la que le arruina el negocio; mi mamá. En otras circunstancias hubiera matado a Antonio, el perfecto, el pródigo, el querido. Pero debo acabar con esto, debo concluir esta maldita historia que se repite siempre y que no dejará de hacerlo si no hago nada por ello. No, no quiero que vuelva a pasar, no quiero que me cuentes el bendito cuento del Gallo Pelón, ¡NO QUIERO SER CAÍN! ¡Tengo que terminar la que inició esto....!

- ¡Carlitos, Feliz cum....!

... Si hubiera sido más rápido no hubiera escuchado aquello. Se acordó de mi cumpleaños. La bala evitó que terminara la frase. ¡Mierda! ¡Se acordó de mi cumpleaños!

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Cachos: Acción

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Si el verbo es el motor de un cuento, ¿qué sería de un (intento de) cuento si sólo se moviera por los verbos...? ¿Saldrían nuevas historias o siempre la misma? ¿nace la historia aquí o en tu cabeza?

Voy. Vienes. Beso, besas. Vamos. Llegamos. Sentamos. Leo. Miras, miras. Evado. Pido. Piensas. Pides. Hablas. Escucho. Terminas, callo. Insistes, escucho. Pienso. Acaricio... Callas.
Comemos, Bebemos. Terminanos. Hablo, oyes. Piensas. Suspiro. Hablo (miento). Lloras. Corres, gritas; pago.
Camino, pienso. Veo. Encuentro. Entro, pregunto, pruebo, pago. Pienso. Sonrío. Vuelvo.
Suena, veo. Tomo. Contesto: Hablas. Aclaro. Insistes. Reitero. Lloras. Ignoro. Cuelgas.
Llego. Desvisto. Baño. Afeito. Veo. Miro. Pienso: Engaño. Pienso -olvido.
Salgo, visto. Preparo. Llegas. Apuro, camino, llego. Veo, ves.
Beso, besas. Toco, tocas. Reímos, separamos. Regalo, abres, agrada. Cocino. Sientas. Termino. Sirvo. Comes, espero. Como. Sonríes. Pregunto. Callas. Pienso. Como. Veo. Ríes, ríes, ríes. Pregunto. Cambias: enfureces. Paras. Caminas. Abres. Entra. Sorprendo. Asusto. Descubren. Veo. Llega. Ven. Ríen, asusto. Rodean. Sudo. Burlan. Avergüenzo. Insultan. Lloro, disfrutan. Patean. Humillan. Delatan.
Huyo. Ríen. Comen. Hablan. Aclaran...

"Hay palabras que ocultan otras" William Shakespeare

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Piedritas en tu zapato #6

1 han revirado

¿Qué sería del mundo si...

- ... una mujer que dice "no me pasa nada" realmente no le pasa nada?
- ... los japoneses empiezan a ser comprendidos?
- ... los adolescentes se volvieran responsables de sus vidas?
- ... un trabajador público hiciera su trabajo?
- ... la paz reinara?
- ... los chismosos no tuvieran de quién hablar?
- ... el Este fuera el Oeste? (no lo puedo decir como la canción de Arjona por Copyright)
- ... las mujeres fueran de Júpiter y los hombres de Mercurio?
- ... el futuro fuera mejor que el pasado?
- ... este blog lo leyeran más de 5 personas?
- ... Paris Hilton tuviera cerebro?

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Reality Blog: #0

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Viernes, 3 de Marzo de 2003

Querido Blog:
Estaba disfrutando de unas Mini Chips-Ahoy mientras leía un artículo relativo a los usos alternativos del acerrín. El maldito tu-tu-tún de uno de mis contactos del messenger me distrajo de mi estado, provocando que un trocito de chocolate cayera en mi teclado. ¡Fin de mundo! Como pude traté de sacarlo, aspiré con mi boca, metí los dedos, una pinza, un lápiz afilado, volteé el teclado, maldije al techo creyendo que así insultaría a Dios...

Total que no salió el fugitivo galletero... Pero al verlo refugiado entre las teclas S y D pensé si nosotros -los seres humanos- anhelamos hacer lo mismo... Huir de la galleta para la que fuimos amasados, procesados, modificados, empaquetados... Dejar de ser lo que todos quieren que seamos.

De haber sido como ese trocito de chocolate, hubiera dejado de estudiar ingeniería en sistemas como un preso para satisfacción de mis padres y hubiera vivido la vida, buscado una novia, leído otros libros, quizás el horóscopo, me hubiera vuelto creyente del destino y jugaría lotería, me tatuaría a Ozzy Osbourne en el omóplato derecho como siempre he querido...

Aunque un frío me empezó a rodear la espalda, hasta llegar a mis oídos y finalmente a mi conciencia: no sería nada si escapara de la galleta. Sólo una migaja en la esquina del empaque que termina en la basura. No estaría solo, jamás, pero ninguno tendría una historia interesante que contar, pues a todos nos ocurrió lo mismo.

Pensando en estas cosas me encontraba, hasta que el sabor de una nueva galleta me trajo al asiento de mi cubículo de esta obligación que tengo por trabajo ¿Qué hora es? 2:20 P.M. ¡Ya terminó la hora del almuerzo! ¡Si el jefe me encuentra así me bota! Shit... nos leemos.

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