El Peñón

La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.

Federico Fellini


El tiempo pasa como la piedra que llega de la mano al vidrio... volando. Pasó incluso nuestro cumpleaños y ni una torta de granito nos hicimos.

Hemos vuelto como el desborde de una montaña con piedras nuevas y más pesadas, asegurando que se nos vienen encima, no sólo las tan sonadas elecciones sino actualizaciones más regulares y menos telarañas de abandono para nuestro querido espacio piedrístico.

Gracias a todos por su (des)espera(ción) y esperamos que este cargamento de escritos sea de su agrado. o que por lo menos sea un chichón para su cabeza.

Las venideras elecciones están hasta en la sopa... y como no, en Tiralapiedra! así que lean y voten por su candidato favorito lanzando una piedra, pero no al monitor por favor, recuerden que es una metáfora.

ACLARATORIA:

En Tiralapiedra queremos negar rotundamente cualquier tipo de conexión real, espiritual, ética, virtual o moral con los grupos subversivos que toman la tiradera de piedras como su actividad principal, así como cualquier tipo de relación con la droga llamada Piedra, así como cualquier nexo con el extinto partido del Conde del Guácharo, así como cualquier unión con la antiquísima Piedra de Rosetta.

De igual manera no nos haremos responsables por corazones, egos y vidrios rotos en la existencia de esta publicación virtual.

Les aseguramos nuestros contenidos tienen un índice de 0.0001% de trascendentalidad para sus vidas. Por tanto serán de beneficio para su salud mental.

Gracias por su visita (sea voluntaria o accidental) de parte del equipo de piedreros: oMar-Mota y Vickys-Térica


Marimar por Moymoy Palaboy

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Racismo al mejor estilo Disney

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Hace un par de semanas me encontraba yo conversando con algunos amigos y compañeros de la universidad sobre temas varios, que siempre giran entorno a 4 temas fundamentales: sexo, comida, política y procesos escatológicos generales. No pregunten la razón de estos cuatro temas ni el porque somos tan poco creativos en nuestras conversaciones. El caso es que, una persona, francamente no recuerdo quien fue, comentó que ella creía que no habia tanto racismo en nuestro país. Este comentario, como era de esperarse, generó en mi una especie de sobrecalentamiento cerebral y subsecuente reseteo del mismo ya que la cantidad de información, ideas, teorías, conceptos y respuestas, ante ese comentario, que vinieron a mi cabeza se agolparon de forma abrupta y violenta en mi cerebro generando que de mi boca no saliera el más mínimo ruido. Por un lapso de minuto y medio estuve tratando de organizar mis ideas pero para cuando habia logrado redactar mentalmente una respuesta ligeramente congruente ya otro amigo habia tenido éxito en lo que yo tardé un buen rato en organizar... una respuesta coherente.

Pasados varios días de ese evento quise redactar algo, ya en físico, sobre como nos van endosando lenta y casi imperceptiblemente la superioridad de razas y clases desde que tenemos uso de razón, con distintos empaques, con música de fondo, y en diferentes formatos. No pretendo explayarme en un estudio científico ni en la teorización de este hecho, porque aunque algunos lo duden, (todavía) sí, es un hecho.

Para ilustrar mi punto de forma precisa, tomé un ejemplo claro, cantante y sonante, bastión influenciador de la infancia de mi generación y otras más venideras, inocente en apariencia y asquerosamente famoso, me refiero nada más ni nada menos que al tan nombrado "Rey León", caricatura inmensamente popular creada por la gente de Disney, "inocente" corporación cinematográfica que se ha encargado de llenarnos la cabeza de cualquier cantidad de mentiras desde hace más de cinco décadas. Amén de todas las patrañas sobre el principe y la princesa que hemos visto hasta el cansancio bajo el sello del castillito de disney y las orejas del ratón, podemos sumarle también su aporte al racismo inconciente de muchas mentes jóvenes actuales.

Si no me creen, echen un vistazo a esto y luego veamos si varía un poco su opinión. La película comienza con un amanecer en África y una procesión de animales que se dirigen diligentemente a la piedra donde se esta presentando en "sociedad" al nuevo futuro depredador del 95% de los animales que estan asistiendo a dicho evento social. Ignoremos por hoy este hecho, digamos que esos animales no son unos aduladores de la peor calaña capaces de ir a festejar el nacimiento del animal que prontamente los perseguirá para comérselos a ellos y a sus crías. Pretendamos que estos animales lo hacen por un misticismo que jamás entenderemos y que África está cubierto de un velo espiritual que se mantiene bajo el equilibrio del "ciclo de la vida" como más adelante dice Mufasa.

Esta bien, todos acuden al magno evento del infante en cuestión, ahora mi pregunta es ¿hacen lo mismo con el resto de los animales de la sabana? ¿Cada vez que nace un hipopótamo, avestruz, cebra o caiman, se construye toda esta parnafernalia donde cada animal de la sabana va a ver como el mono Rafiki alza en brazos al nuevo miembro del reino silvestre? Lo dudo mucho, sólo lo hacen al nacer los rubios leones, que por alguna extraña razón gozan de ese pivilegio como parte de la monarquía animal. Sí, sólo ellos, sólo los rubiecitos y bonitos felinos gozan de los beneficios de ser halagados hasta por los que se convertiran en su cena par de horas después.

Hasta este punto ustedes diran "¿cual es el problema? los leones son rubios, siempre lo han sido" a lo que yo les replico: si los leones son de pelaje amarillo ¿por qué demonios Skar es moreno y de larga melena negra? ¡Ahhh! porque Skar es el antagonista, el contrario a Mufasa, el representante de todo lo "oscuro", lo vil, lo bajo y lo abyecto. Que curioso resulta que Skar, a pesar de ser hermano de Mufasa sea tan radicalmente diferente, Mufasa es todo un león, como ya dije, rubio, fornido, bien plantado y esponjoso, mientras que Skar es delgado, enjuto, moreno y por sobre todas las cosas envidioso del gran león Mufasa. No sé que dirán ustedes, pero Skar pareciera ser más hijo de Jaffar (Aladdín) que de un león, sólo bastaría colocarle un loro rojo y mal humorado en el hombro a Skar para que se disipen todas las dudas y diferencias.

Ahora bien, digamos que es una desafortunada casualidad el color de Skar y que su increíble parecido a un hombre del medio oriente es mera coincidencia, déjemoslo así y pasemos a otra cosa mariposa. Veamos al resto de los personajes de la película animada. Está Simba, el rubiecito entrépito e impertinente, o mejor dicho, "curioso", protagonista típico, causante de las desgracias del resto de los personajes cuya única culpa es haber conocido al susodicho en cuestión. Nala, rubiecita esponjosa con características similares al protagonista, nunca hace nada relevante en la serie y sólo le prestan atención para darle romanticismo al asunto. Las hienas, ¡ajá! hasta aquí quería llegar, ¿aún les parece que exagero? entonces quisiera que me dijeran de que color son las hienas y sobretodo, en la traducción en español ¿que acento se les coloca a estos tres secuaces de poca monta? ¡acento mexícano! No es acento frances, ni inglés, ni italiano ni portugués, ¡nooooo! tiene que ser latino, porque como todos los gringos y eurepos saben, los latinos son perfectos siguiendo órdenes, no son muy inteligentes pero sí diligentes. Esto sin mencionar que el mono Rafiki tiene acento cubano, porque como es lógico, los caribeños son los conocedores de esas magias primitivas y paganas.

Aunque suene paradójico, El rey león es una de mis películas animadas favoritas de todos los tiempos, me encantan los dibujos, la historia y la musicalización. De niña ví esta película unas treinta veces, y ya de grande la he visto como unas cinco más y por esto creo que soy una de las más indicadas para criticar lo que me parece que está mal, porque, a pesar de los detalles que resalté más arriba, y muchas otras muestras de otros tipos de intolerancia que puntualizaré en otro artículo lo pensaré dos veces antes de mostrarle la película a mis hijos, mis sobrinos o cualquier infante con el que mantenga algún vínculo sanguíneo/afectivo. Con esto no lo salvaré del mundo intolerante, injusto y lleno de prejuicios en el que vivimos, pero quizas retrase un poco ese codicionamiento sobre las nociones del bien el mal y su intrinseca relación con características tan irrelevantes al caso como la raza, la religión, el género o la preferencia sexual.

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Personajes Urbanos

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El ser humano, dentro de todas las tonalidades y personalidades que lo distinguen posee cualidades que lo unen dentro de un mismo gremio. Podemos ser clasificados de muchísimas maneras, por la raza, la religión, la estatura, el peso, los rasgos físicos, la nacionalidad, la sexualidad, el estatus social e incluso por la fecha de nacimiento.

Sin embargo, hay clasificaciones un poco menos evidentes de las que también, inevitablemente, terminamos formando parte. Me refiero por supuesto a estas etiquetas que inconcientemente nos colocamos al salir a la calle. Ese personaje que interpretamos ante la audiencia improvisada de nuestros co-ciudadanos y con la que vamos caminando por la vida.

De todos estos personajes, algunos resaltan mas que otros, y es justamente de estos personajes de los que hablaremos a continuación, porque, estoy segura de que mas de una vez nos hemos topado con algunos de ellos, unos mas indeseables que otros pero irrefutablemente personajes extraordinarios que le dan color a nuestra existencia diaria. Como resultaría un estudio largo y tedioso, he decidido especificar la zona de estudio y escogeré como sector específico las "camioneticas" y/o autobuses públicos, que suelen albergar y acojer en su metálico seno a una gran variedad de nuestra fauna citadina.

- El narrador: Este personaje suele venir empacado en la imagen de un señor o señora de avanzada edad con rostro de ternura y sabiduría, de esos que te provoca abrazar y pedirle que te cuente un cuento, pero ¡¡noooo!!! no se dejen engañar, sin necesidad de pedirles nada el antesmencionado personaje se sienta a tu lado y sin previo aviso comienza a contarte desde que se le cayó su primer diente de leche hasta la primera vez que tocó una computadora, pasando por las encantadoras historias de sus hijos y con su respectiva foto del primer nieto en el celular que "no se manejar este peról, pero por ahí me llama mi hijo, el mayor, el que le digo que es abogado" adorables, simplemente adorables.




- La muralla: Estas murallas son esas personas de gran volumen que se empeñan en pararse justamente donde menos deberían. Muy lejos de sectorizar o critícar a estas personas por su tamaño o grosor, no es este el hecho per se lo que los vuelve indeseables, sino el hecho de que esten donde esten y tengan el volumen que fuere, siempre, léase bien, siempre estaran en el medio, y actuan como una verdadera muralla donde el único modo de llegar al otro lado es saltarles por encima o contorsionarse por el micro espacio que queda libre hasta llegar a su destino, porque jamas moveran un ápice de su existencia para darte paso.

- La fanaticada: ¿Han oído ustedes alguna vez a una fanaticada? ¿saben cual es la principal característica de una fanaticada? Sí, acertaron, el escándalo. Pues sí, muchas veces se montan grupos de jóvenes (normalmente seres entre 12 y 16 años -seres, porque para mi muchacho no es gente grande-) orquestando gritos, risas y aplausos al son de un estadio atestado de gente, dejando a todos los usuarios de transporte al borde de un ataque de nervios.

- La rocola: Este simpático personaje suele venir representado por un señor de unos 40 años que pasaría totalmente desapercibido de no ser por el detalle de ser una rocola. ¿que significa esto? pues, muy sencillo, este peculiar personaje se sabe todas las canciones que ponga la radio... y ustedes diran ¿y que tiene eso de particular? y yo les respondo que el bagaje musical de este señor va desde las canciones de Aldemaro Romero hasta el último hit del reggeaton mas sonado, pasando por la bachata, salsa, hip-hop, cumbia, bolero, joropo, R&B y rock... les digo más, este señor sabe tanto de música que hasta los jingles de las cuñas de radio las canta, y orgullosamente nos lo muestra moviendo su cuerpo al compás de son que esten tocando.

- El Dj: Este personaje hizo recientemente su aparición en la palestra pública, gracias a los celulares con mp3. Como todos lo hemos padecido en su momento, este personaje esta empeñado en entreternos -o atormentarnos- colocando su música a todo volumen, porque, pues, siente que es su deber cívico amenizarnos el camino con algún reggeaton de moda o una exquisita salsa erótica... sobran las palabras.

- La dictadora: A esta señora tenemos que preguntarle ¿por que parió, señora?. Hablamos de esas madres que se montan con el niño o la niña al transporte público y no permiten que el niño se mueva, hable o siquiera respire, simplemente que exista, como una planta, asi que si el niño, inocentemente se le ocurre voltear a ver por la ventana o a otro transeunte observaran como los antiguos espiritus del mal transformaran ese cuerpo -no se si decadente o no- de la señora en una demonia que regañará al retoño quien sabe hasta donde, quizas hasta el final de los tiempos, no lo sabremos nunca.

- La abogado: Este personaje es de los que siempre esta defendiendo o atacando a alguien, asi sea al motorizado que se comió la luz. Son de esas señoras que gritan siempre: "señooooor, no lleva cochinos, lleva personas" o "¡mijo! ¡en la parada!!! ¿o es que me piensas llevar a tu casa?" Cualquier otra cosa que diga sobre este personaje está de más, todos las conocemos, e incluso algunos las tenemos en nuestra familia.

- El ermitaño: Este es el personaje mas pasivo de la lista, de hecho no estaría incluído en esta selección de no ser porque también nos entretiene, aún sin proponérselo. Suelen ser jóvenes entre 18 y 35 años que parecieran tener soldados a sus oídos los audífonos que no se quitan en ningún momento. Puede haber un choque, puede que haya una discusión acalorada o que dos pasajeros esten peleando, sin embargo, estos singulares personajes no se enteran de nada. Siempre con su cara de circunspección -que no es mas que la cara del que esta pensando en la inmortalidad del cangrejo- entra y sale del transporte público sin pena ni gloria y sólo lo notamos cuando, justamente, sucede un evento como los ante mencionados y todo el mundo esta pendiente de lo sucedido menos él o ella, que inmutable permanece viendo a través de la ventanilla del autobus, tratando de dilucidar como le entra agua al coco.

Así pues, hago entrega de la primera parte de este estudio sobre la fauna urbana, por supuesto, aún faltan muchos personajes por mencionar, sin embargo ese trabajo se lo dejo a mi colega y socio que nos deleitará con otra muestra igual -o mejor- de las criaturas urbanas que pululan en nuestra sociedad.

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Como todos saben, soy adicta al pensamiento (mayoritariamente inútil) y las disertaciones intrascendentales, por lo que, aquí les dejo esta serie de pensamientos filosóficos, astrológicos, psicológicos... demagógicos. Saludos!

Sentada en un autobús camino a mi casa observé una situación que me llevó a escribir estas disertaciones. Con la mente en otro lado y la mirada fijada entre el parabrisas del vehículo y el tubo del que se sujetan los pasajeros, noté como una mujer (de unos 32 años y vestimenta informal) se subía dificultosamente al transporte público a causa de una gran bolsa que acarreaba en su otra mano. Raudo y veloz (al igual que mi sorpresa) observé como un caballero se levantaba de su asiento con una amplia sonrisa cediéndole ese asiento "privilegiado" a la antes mencionada joven. Por la manera en la que sonrieron, cualquiera podría fácilmente deducir que entre ellos había algo, y de no ser así, evidentemente era algo que ocurriría en cualquier momento.

Lamentablemente, para todo aquel que este pensando que lo que viene es una historia de amor, dolor y bodas, este asunto fortuito (y aparentemente mágico) no es el centro de mi historia, la verdad es que, pensando un poco en la reacción de ambos personajes mi mente comenzó a maquinar preguntas, respuestas y conjeturas, llevándome (para variar) a otra cosa que no guarda mucha relación con la idea principal. El caso es que, este joven cedió su lugar con aparente convicción e incluso con cierto placer, cosa que no es probable observar en esta ciudad llena de "egoístos" y "egoístas", como por supuesto suele suceder en las ciudades "civilizadas", "urbanizadas" o como diría mi querida mafalda, en nuestra "zoociedad"; por lo que deduzco que había alguna otra razón intrínseca y mas acorde con nuestro día a día. Según algunos psicólogos, todos y cada uno de nuestros comportamientos sociales son ejecutados con un interés personal. No se que tan cierto sea esto y a que porcentaje de la población arropa pero el caso es que aquel joven seguramente cedió su puesto para agradarle mas a la chica de la súper bolsa, a si mismo y (¿por qué no?) a alguna otra chica del transporte público.



Ahora bien, imagínense solo por un segundo que pasaría si nuestras buenas acciones fuesen casi inmediatamente resarcidas de forma muy generosa y en un corto lapso de tiempo. Al pensar esto, mi mente, olvidando al caballero, a la joven y a su bolsa (si, las dimensiones de dicho objeto le proporcionan un protagonismo dentro mi historia, convirtiéndola en un personaje importante dentro de la trama, con sus complejidades y necesidades dramáticas) que imponente obstaculizaba el libre tránsito de los pasajeros, para avocarme de lleno en dicho planteamiento y sus muchas consecuencias. Imaginemos por un momento que de este modo se maneja el mundo: Le cedes el asiento a una anciana y a los 10 minutos encuentras una faja de billetes de 20 bsF en el suelo. Un señor ayuda a un invidente a cruzar la avenida y tres cuadras mas adelante una rubia veinteañera le pica el ojo.

Ahora imaginen que le ponemos reglas, supongamos que el nivel del "sacrificio" es directamente proporcional a la recompensa, a mayor sacrificio, mayor bonificación. Es una idea bastante extraña pero podría decirse que quizás sería un mundo mas noble ¿no?. He ahí nuestra disyuntiva ¿sería realmente un mundo mas noble o sencillamente un mundo menos hipócrita? ¿Sería mucho pedir que dentro de las reglas agregásemos otra cláusula?; "Dicha acción debe ser realizada de corazón, sin esperar absolutamente nada a cambio", hmmm, creo que se nos complicaría la cosa ¿como el individuo, a sabiendas de la posible bonificación, realizará la buena acción solo por el simple hecho de ayudar a su prójimo? Creo que esta disyuntiva generaría un corto circuito interno, generando catastróficos efectos secundarios, por lo que, dejaremos solo la regla de la bonificación, omitiendo las disertaciones entre el bien y el mal tan intrínseca al cristianismo y a los asuntos teológicos en general. Por un momento podría pensarse que viviríamos en un mundo más noble, más dadivoso, mas tranquilo. Sin embargo, no contamos con la astucia (¿o debería decir estupidez?) del género humano y su capacidad para convertir un asunto sencillo en materia compleja.

Como lo veo, me imagino nuevamente al señor a punto de ayudar al invidente a cruzar la avenida y de repente, alguien lo toma por el hombro y lo hala hacia atrás, perdiendo éste el equilibrio, mientras en cámara lenta observa como otro hombre, mas joven y ágil toma rápidamente el lugar que pretendía ocupar él. Faltando poco para llegar a su destino, nuestro nuevo caballero es tacleado por otro, que aparece de la nada para robarse el show, mientras el primer hombre se levanta y lo intenta de nuevo. A todas estas, el señor invidente logró cruzar la calle y se dirige a su vehículo sin reparar en el alborto que ha causado su estado de “limitación física”. Queda establecido que con esta nueva ley, el mundo no sería mas justo, ni mas noble, pero lo que si queda claro es que sería un lugar mas gracioso en el que vivir, donde las ancianas no solo obtendrán puesto en todo sitio público al que se dirijan, sino que probablemente espectáculos gratis en el que mucha gente literalmente “se matará” por ayudarla.

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Al margen

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Y luego de nuestra olímpica desaparición, hemos reaparecido con varios escritos nuevos y con las piedras bien puestas para mostrarles que somos lentos pero seguros y que aún queda mucha piedra por cortar. Saludos!!!

Al margen

Para el venezolano promedio, ser llamado marginal representa la peor humillación social y por lo tanto uno de los peores insultos dentro de nuestro rico léxico coloquial. Nosotros como elementos pertenecientes a una sociedad compleja, superficial, alienada y mayormente tonta, nos regimos (en su mayoría) por "el que diran" y el "mientras mas tengo, mas soy" lo que nos coloca un escalafón mas cerca del "idiota promedio" y mas lejanos de un ser humano genuino y sobre todo conciente de su individualidad.

La palabra "marginal" se usa como insulto de un tiempo para acá, sin embargo la definición original nos da una idea mas clara del porque REALMENTE duele tanto ser llamado asi. La real academia, en su tercera definición de "marginalidad" la coloca como: "falta de integración de una persona o colectividad en las normas sociales comúnmente admitidas" mientras que los sociólogos lo definen como: "individuo o grupo que se encuentra al margen de la sociedad". Ninguna de estas definiciones nos deja claro la gravedad de tales palabras hasta que llegamos al origen primario de la misma, creada por economistas para denominar a las personas que no participaban dentro del juego económico activo, aquellos que no podian obtener bienes y servicios, personas sin poder de adquisición, mejor conocidos como pobres. Hemos dado en el clavo de este asunto, al venezolano, coprófago por naturaleza, le pueden decir feo, mal vestido, tonto, antipático pero nunca pobre, "tierruo", "pata en el suelo" y demás calificativos despectivos que suele ir acompañado de la imagen mental de una persona de clase baja y que muchos siquiera consideran personas. Todos los insultos anteriores pueden resumirse en uno solo, marginal, porque, contrario a las definiciones especializadas, ser marginal para un venezolano es ser inferior, tener mal gusto y no saber comportarse.


En resumidas cuentas y ya dejando un poco de lado todo este asunto político/social, les comento que he estado realizando una pequeña investigación de situaciones que se ajustan al calificativo de "marginalidad" al mejor estilo venezolano y las he ordenado por categorías para su disfrute y bochorno; los invito a bajar unas líneas y dejarse impregnar por estas situaciones con las que convivimos día con día en el devenir venezolano.

Marginalidades viejas: Esas que llevamos viendo en el país hace añales, esas situaciones de las que tu abuela se quejaba a nuestra edad y que aun persisten, pasando de generación en generación, inmortalizada para la posteridad... que bonito!

-Hacerse el dormido para no darle el puesto a la señora mayor o la joven embarazada: Resulta inclusive gracioso observar como un tipo que hace 10 segundos observaba con los ojos bien abiertos la anatomía de la rubia parada frente él cae "dormido" de repente, casi como si hubiese entrado en un estado de coma profundo del que no logra "salir" ni con los azotes del brusco movimiento del autobus apenas divisa a una anciana o una mujer embarazada arribar al medio de transporte.

-Botar basura en la calle: No logro entender como alguien puede botar latas, potes, bolsas e incluso conchas de frutas a la calle como si nada, creo que de todas, esta es una de las cosas que mas me molestan.

-No responder a los saludos de cortesía: Increíble pero cierto, no se si a todos los que me ha tocado saludar han sido mudos, sordos o solamente idiotas, pero no hay modo de que ciertos personajes respondan de manera espontánea a un cortes "buenos días". En ocasiones se me ha ocurrido que quizas les paguen por cada persona ignorada, o les descuenten dinero por saludar decentemente a otro ser humano... todo un misterio la verdad.

-No dar paso ni sostener una puerta para otro ser humano: Yo estoy por pensar que son personas con problemas visuales por lo que no notan cuando uno va pasando o cuando te tiran la puerta encima, pobrecitos, de seguro han de tener cataratas o algo similar, es una lástima, pobre gente.

Marginalidades nuevas

-Escuchar reggeaton, vallenato y/o cumbia a todo volumen con el celular en el metro o autobus: ¿Quien les dijo a ellos que a todo el mundo le gusta el reggeaton y/o vallenato a todo volumen? por favor, alguien que les muestre unos audífonos y los ahorque con ellos.

-Ser moreno, ponerse lentes de contacto azules y/o verdes y decolorarse el cabello, bigotes y/o vellos de los brazos: debo decirlo, los cabellos amarillos le quedan bien solo y exclusivamente a aquellos que nacieron con ese color, en el resto, independientemente del color de piel se ve espantoso y los lentes de colores los hacen ver como alguna especie mutante de humano con serpiente, asi que haganse un favor, quítense eso, nadie se los ha dicho, pero de verdad se les ve horrendo!!!

-Gastarse el sueldo y la caja de ahorros en un super celular y vivir sin saldo: Una sola frase... idiotez crónica.

-Colocar en la parte trasera del vehículo noticias que solo importan al dueño del carro, como por ejemplo: "mi hija pasó al 4º grado" o "mi sobrino ya no tiene conjuntivitis". Amigo, amiga, por favor entiendan, no nos interesa si su hija es zurda o si su hijo pinta bonito, dejen esa información para sus familiares y amigos, colocarlo en el vidrio trasero del carro, se ve absolutamente ridículo.


Clásicos de ayer y hoy: Si si, como los "looney tones", son esas cosas que jamas pasan de moda y jamas lo haran... por desgracia.

-Escupir en la calle: Solo tengo algo que decir: Assssssco!

- Pegarse al claxón como si el ruido estridente de la corneta fuese a disolver la cola: Les tengo una noticia, sé que les parecerá increíble pero es verdad: el ruido de la corneta no es el que disuelve los embotellamientos... no, no se rian, lo digo en serio.

-Pronunciar perfectamente marcas de ropa en ingles pero tener pésima ortografía en castellano: Es que, es lógico pues, es más difícil pronunciar "estrouberri cheik" que escribir correctamente "haber" y por supuesto da más "caché".

-CaZar un/a extranjero/a con el/la que caSar al/la hijo/a para asi poder "mejorar la raza": Me encanta ver la cara de los abuelos y los padres cuando el niño les sale "morenito" y todos con cara de desconcierto se preguntan: "¿pero que pasó?", es casi poético, es casi irónico, es mas que perfecto.

Marginalidades que comentemos todos: Si, aunque no queramos admitirlo, algo de todo eso se nos queda pegado y a veces comentemos algunas fallas como ciudadano modelo, fallas de las que estoy segura, no estamos para nada orgullosos.

-Comerse la luz: Esas cosas que guindan de los postes con aquellos alucinantes y graciosos colores tienen una utilidad diferente a la de solo entretenernos con su juego de luces... en serio, no se rían, es cierto, se los juro!

-Cruzar a mitad de calle: Al igual que la extraña caja que guinda de los postes, esas líneas pintadas en el suelo de cada una de las esquinas no son decorativas (como pensaba yo de niña), tienen una utilidad... nuevamente, no bromeo, es en serio, pregunten en su casa y veran que es cierto.

-Hablar por celular mientras maneja: El manos libres es un artefacto no solo para el "paveo" de los "malandros" (no se que tiene de interesante tener un cosito negro pegado al oido para parecer portero de discoteca pero, ellos sabran) es para esos casos específicos, ustedes saben, la idea es dejar las-manos-libres para poder maniobrar el volante con mas comodidad.

Conclusión: Ser marginal no es vivir en un barrio o no tener dinero, ser marginal es no tener sentido común ni conciencia ciudadana, por lo menos en cuanto a la concepción venezolana del término, asi que cuando veas a alguno de estos personajes, dícelo, quizas cuando se de cuenta de lo que es, ocurra un milagro y se vuelva gente.

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