(B)votando piedras
El poder, esa torta hecha de whisky de las que todos quieren, aunque sea la velita ha movilizado la política nacional -oh sorpresa- con gran fuerza este año, y eso que aún no estamos cerca ni por un mes de las elecciones. No hay que ser expertos -muestra de ello son los pasados candidatos presidenciales- para observar a nuestro alrededor situaciones que tienen bien merecida su piedra...¡perdón! reflexión:
Primera piedra: Como si se tratara de los cien metros planos con obstáculos, tras el disparo cualquiera corre desaforadamente a obtener una alcaldía, una gobernación o la presidencia de la junta de condominio; y con cualquiera nos referimos desde áquel que nos tiene gastada la vista a punta de grafittis con su nombre hasta... el hijo de Zutanito. Sí, ese que no salía de su casa sin su carro con los vidrios arriba, que ahora proclama en todas las paredes que es "el amigo de tu comunidad", que ahora se pone sus zapatos más cómodos para subir a las cuadras cercanas a besar los primeros bebés que encuentre. A pesar de su esfuerzo por ganarse nuestro cariño, terminará ganando el candidato que haga la mayor cantidad de apariciones en cuanto programa de variedades, de opinión, de humor, de cocina, novela, serie, comercial, de radio, valla, concierto u operativo haya. Recuerden que estamos en la sociedad del "ver-TV-para-creer" y así es desde "el hombre que sí camina".
Segunda piedra: El candidato X gana tal o cual puesto. Bien -por él. Después de lograrlo, realiza un operativo acá, arregla este detalle por allá, recoge el bote de basura que se había caído, pone dos bombillos... y cae en un coma hasta que recuerda que le falta poco tiempo para que su mandato termine ¡Horror! Entonces comienza una inusual movilización de gente para reparar las calles en mal estado, atrapar a los malandros de la temporada, aprobar tantos proyectos, sin olvidar la respectiva valla que indique que "lo hace por tí", en un pequeño lapsus que le hace confundir las palabras "voto" y "ciudadano". ¡Qué feliz sería nuestro país si las elecciones se realizaran cada año! Sería una suerte de "reality show" en la vida real, en la que cada eterno candidato ganará una cuota de poder si y sólo si hace bien su trabajo...
Tercera piedra: Unidad para beber la botellita entre todos, unidad para tomarnos la foto del partido, unidad para la vaca de la parrillada, pero... ¿para la candidatura? Primero muertos que compartir el pedacito al que aspiran entre los demás. Parecen niños jugando a la "víbora de la mar", invitándonos a olvidar que se trata del hijo de Zutanito, sino del candidato de todos y para todos... ¿Será verdad?
Arropados en una sábana de interminables afiches prometiendo un mejor futuro, deseamos de lo más profundo de nuestro corazón que desde el Ávila baje una piedra de las suficientes dimensiones como para tratar de aplastar a los llamados "dirigentes" al mejor estilo de Indiana Jones... Y que pase lo que tenga que pasar.
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