Esta es la breve historia...
...de una de las mujeres más bellas que haya podido parir el marketing: Patrocinio. Se despierta una mañana en un colchón Colchomax -que te brinda la mayor comodidad a tu sueño y espalda- con una sonrisa Dentigate y sin una sola arruga gracias a la crema anti-tiempo refrescante de Bongó Channel. Religiosamente se despoja de sus sábanas Seda-tex -la tela que acaricia- y va a peinar su larga cabellera blonda, mientras admira su esculpida cara en un espejo Warowsky -que no refleja mentiras, sólo tu belleza.
Se baña en agua caliente -aún sin marca ni eslogan- con el set de belleza capilar integral de Madame Camomille, compuesto de su shampoo alisador, crema anti-maltrato, condicionador de frutas, crema selladora y la posterior ampolla de ballena japonesa, prometiendo un cabello que cause envidia y desafíe a la naturaleza en cualquier clima en cuatro días de aplicación consecuente. Mientras se aplica toda esta serie de productos, se alegra profundamente al saber que no está sola: "¡Me pondré linda!" dice con mayor felicidad mientras se seca con un abrigador paño Ama de Llaves y se prepara para pintar sus uñas de blanco primaveral, sólo de Pinturas Paloma -con más de 30.000 colores sólo para tí.
Se coloca unos calzados alzados de tacón de Marimar de la Renta, la diseñadora más prestigiosa de Latinoamérica, que combinan a la perfección con el vestido tallado de pequeñas perlas amazónicas creado por Yves Sin Real -sólo los que exhalan éxito pueden usarlo- y con un juego de joyas exóticas trabajados por la orfebre modernista Perla Garcés, extraídas de su colección más reciente estrenada en los espacios del MOMA en New York, New York.
A cada pieza que agregaba a su indumentaria su emoción se hace evidente e incontenible. Quiere salir a la calle a saludarlos a todos, y verlos, y que ellos la vean, que todos se deleiten de la belleza recíproca que seguramente inunda las calles y sus habitantes. Compartir con ellos risas hermosas, cuerpos perfectos y sin lugar a dudas, momentos perfectos, momentos Photodak.
Abre la puerta con aquel imaginario tan precioso que era tan prometedor... La intensa luz diurna golpea su cara y saca de sus adentros una asquerosa gota de sudor que amenaza con recorrerla y dañar el trabajo de sus cremas y afeites... Con el brazo derecho trata de minimizar los efectos del inclemente sol.
Con esfuerzo abre sus ojos repotenciados con el rímel Max Maxtor -que convierte tu mirada en una menos del montón- para observar sus alrededores. Piensa que es una broma, así que decide encubrir su cara de sorpresa, creer que no ha pasado nada e iniciar su recorrido en busca de sus ideales...
Patrocino, Patrocinio...
La gente que vió Patrocinio aquella tarde no era como la creía y menos como la soñaba; todos estaban alegres sin necesidad de estar bellos, las marcas no eran indicativos de la felicidad, sus vidas no dependian de poseer tal o cual cosa, se veían despojados del "qué dirán", su apariencia no les quitaba el sueño, se veían libres, reales...
Por supuesto que este descubrimiento no le causó mucha alegría. Nos horrorizamos cuando nuestra fantasía no puede abarcar a la realidad. Da náuseas. Mareos. Confusión. Lágrimas. Tristeza. Rios de rímel corriendo por sus mejillas. Un tacón partido mientras trataba de volver a su refugio...
Hoy Patrocinio tomó su primera decisión: morir ahogada, para no deberle su ida a ninguna marca...
Se baña en agua caliente -aún sin marca ni eslogan- con el set de belleza capilar integral de Madame Camomille, compuesto de su shampoo alisador, crema anti-maltrato, condicionador de frutas, crema selladora y la posterior ampolla de ballena japonesa, prometiendo un cabello que cause envidia y desafíe a la naturaleza en cualquier clima en cuatro días de aplicación consecuente. Mientras se aplica toda esta serie de productos, se alegra profundamente al saber que no está sola: "¡Me pondré linda!" dice con mayor felicidad mientras se seca con un abrigador paño Ama de Llaves y se prepara para pintar sus uñas de blanco primaveral, sólo de Pinturas Paloma -con más de 30.000 colores sólo para tí.
Se coloca unos calzados alzados de tacón de Marimar de la Renta, la diseñadora más prestigiosa de Latinoamérica, que combinan a la perfección con el vestido tallado de pequeñas perlas amazónicas creado por Yves Sin Real -sólo los que exhalan éxito pueden usarlo- y con un juego de joyas exóticas trabajados por la orfebre modernista Perla Garcés, extraídas de su colección más reciente estrenada en los espacios del MOMA en New York, New York.
A cada pieza que agregaba a su indumentaria su emoción se hace evidente e incontenible. Quiere salir a la calle a saludarlos a todos, y verlos, y que ellos la vean, que todos se deleiten de la belleza recíproca que seguramente inunda las calles y sus habitantes. Compartir con ellos risas hermosas, cuerpos perfectos y sin lugar a dudas, momentos perfectos, momentos Photodak.
Abre la puerta con aquel imaginario tan precioso que era tan prometedor... La intensa luz diurna golpea su cara y saca de sus adentros una asquerosa gota de sudor que amenaza con recorrerla y dañar el trabajo de sus cremas y afeites... Con el brazo derecho trata de minimizar los efectos del inclemente sol.
Con esfuerzo abre sus ojos repotenciados con el rímel Max Maxtor -que convierte tu mirada en una menos del montón- para observar sus alrededores. Piensa que es una broma, así que decide encubrir su cara de sorpresa, creer que no ha pasado nada e iniciar su recorrido en busca de sus ideales...
Patrocino, Patrocinio...
La gente que vió Patrocinio aquella tarde no era como la creía y menos como la soñaba; todos estaban alegres sin necesidad de estar bellos, las marcas no eran indicativos de la felicidad, sus vidas no dependian de poseer tal o cual cosa, se veían despojados del "qué dirán", su apariencia no les quitaba el sueño, se veían libres, reales...
Por supuesto que este descubrimiento no le causó mucha alegría. Nos horrorizamos cuando nuestra fantasía no puede abarcar a la realidad. Da náuseas. Mareos. Confusión. Lágrimas. Tristeza. Rios de rímel corriendo por sus mejillas. Un tacón partido mientras trataba de volver a su refugio...
Hoy Patrocinio tomó su primera decisión: morir ahogada, para no deberle su ida a ninguna marca...
1 comentario:
que arrecho que creación papá, somos la generación...!
Publicar un comentario