El Peñón

La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural.

Federico Fellini


El tiempo pasa como la piedra que llega de la mano al vidrio... volando. Pasó incluso nuestro cumpleaños y ni una torta de granito nos hicimos.

Hemos vuelto como el desborde de una montaña con piedras nuevas y más pesadas, asegurando que se nos vienen encima, no sólo las tan sonadas elecciones sino actualizaciones más regulares y menos telarañas de abandono para nuestro querido espacio piedrístico.

Gracias a todos por su (des)espera(ción) y esperamos que este cargamento de escritos sea de su agrado. o que por lo menos sea un chichón para su cabeza.

Las venideras elecciones están hasta en la sopa... y como no, en Tiralapiedra! así que lean y voten por su candidato favorito lanzando una piedra, pero no al monitor por favor, recuerden que es una metáfora.

ACLARATORIA:

En Tiralapiedra queremos negar rotundamente cualquier tipo de conexión real, espiritual, ética, virtual o moral con los grupos subversivos que toman la tiradera de piedras como su actividad principal, así como cualquier tipo de relación con la droga llamada Piedra, así como cualquier nexo con el extinto partido del Conde del Guácharo, así como cualquier unión con la antiquísima Piedra de Rosetta.

De igual manera no nos haremos responsables por corazones, egos y vidrios rotos en la existencia de esta publicación virtual.

Les aseguramos nuestros contenidos tienen un índice de 0.0001% de trascendentalidad para sus vidas. Por tanto serán de beneficio para su salud mental.

Gracias por su visita (sea voluntaria o accidental) de parte del equipo de piedreros: oMar-Mota y Vickys-Térica


Marimar por Moymoy Palaboy

Haz click en Renny para ocultar

Racismo al mejor estilo Disney

74 han revirado

Hace un par de semanas me encontraba yo conversando con algunos amigos y compañeros de la universidad sobre temas varios, que siempre giran entorno a 4 temas fundamentales: sexo, comida, política y procesos escatológicos generales. No pregunten la razón de estos cuatro temas ni el porque somos tan poco creativos en nuestras conversaciones. El caso es que, una persona, francamente no recuerdo quien fue, comentó que ella creía que no habia tanto racismo en nuestro país. Este comentario, como era de esperarse, generó en mi una especie de sobrecalentamiento cerebral y subsecuente reseteo del mismo ya que la cantidad de información, ideas, teorías, conceptos y respuestas, ante ese comentario, que vinieron a mi cabeza se agolparon de forma abrupta y violenta en mi cerebro generando que de mi boca no saliera el más mínimo ruido. Por un lapso de minuto y medio estuve tratando de organizar mis ideas pero para cuando habia logrado redactar mentalmente una respuesta ligeramente congruente ya otro amigo habia tenido éxito en lo que yo tardé un buen rato en organizar... una respuesta coherente.

Pasados varios días de ese evento quise redactar algo, ya en físico, sobre como nos van endosando lenta y casi imperceptiblemente la superioridad de razas y clases desde que tenemos uso de razón, con distintos empaques, con música de fondo, y en diferentes formatos. No pretendo explayarme en un estudio científico ni en la teorización de este hecho, porque aunque algunos lo duden, (todavía) sí, es un hecho.

Para ilustrar mi punto de forma precisa, tomé un ejemplo claro, cantante y sonante, bastión influenciador de la infancia de mi generación y otras más venideras, inocente en apariencia y asquerosamente famoso, me refiero nada más ni nada menos que al tan nombrado "Rey León", caricatura inmensamente popular creada por la gente de Disney, "inocente" corporación cinematográfica que se ha encargado de llenarnos la cabeza de cualquier cantidad de mentiras desde hace más de cinco décadas. Amén de todas las patrañas sobre el principe y la princesa que hemos visto hasta el cansancio bajo el sello del castillito de disney y las orejas del ratón, podemos sumarle también su aporte al racismo inconciente de muchas mentes jóvenes actuales.

Si no me creen, echen un vistazo a esto y luego veamos si varía un poco su opinión. La película comienza con un amanecer en África y una procesión de animales que se dirigen diligentemente a la piedra donde se esta presentando en "sociedad" al nuevo futuro depredador del 95% de los animales que estan asistiendo a dicho evento social. Ignoremos por hoy este hecho, digamos que esos animales no son unos aduladores de la peor calaña capaces de ir a festejar el nacimiento del animal que prontamente los perseguirá para comérselos a ellos y a sus crías. Pretendamos que estos animales lo hacen por un misticismo que jamás entenderemos y que África está cubierto de un velo espiritual que se mantiene bajo el equilibrio del "ciclo de la vida" como más adelante dice Mufasa.

Esta bien, todos acuden al magno evento del infante en cuestión, ahora mi pregunta es ¿hacen lo mismo con el resto de los animales de la sabana? ¿Cada vez que nace un hipopótamo, avestruz, cebra o caiman, se construye toda esta parnafernalia donde cada animal de la sabana va a ver como el mono Rafiki alza en brazos al nuevo miembro del reino silvestre? Lo dudo mucho, sólo lo hacen al nacer los rubios leones, que por alguna extraña razón gozan de ese pivilegio como parte de la monarquía animal. Sí, sólo ellos, sólo los rubiecitos y bonitos felinos gozan de los beneficios de ser halagados hasta por los que se convertiran en su cena par de horas después.

Hasta este punto ustedes diran "¿cual es el problema? los leones son rubios, siempre lo han sido" a lo que yo les replico: si los leones son de pelaje amarillo ¿por qué demonios Skar es moreno y de larga melena negra? ¡Ahhh! porque Skar es el antagonista, el contrario a Mufasa, el representante de todo lo "oscuro", lo vil, lo bajo y lo abyecto. Que curioso resulta que Skar, a pesar de ser hermano de Mufasa sea tan radicalmente diferente, Mufasa es todo un león, como ya dije, rubio, fornido, bien plantado y esponjoso, mientras que Skar es delgado, enjuto, moreno y por sobre todas las cosas envidioso del gran león Mufasa. No sé que dirán ustedes, pero Skar pareciera ser más hijo de Jaffar (Aladdín) que de un león, sólo bastaría colocarle un loro rojo y mal humorado en el hombro a Skar para que se disipen todas las dudas y diferencias.

Ahora bien, digamos que es una desafortunada casualidad el color de Skar y que su increíble parecido a un hombre del medio oriente es mera coincidencia, déjemoslo así y pasemos a otra cosa mariposa. Veamos al resto de los personajes de la película animada. Está Simba, el rubiecito entrépito e impertinente, o mejor dicho, "curioso", protagonista típico, causante de las desgracias del resto de los personajes cuya única culpa es haber conocido al susodicho en cuestión. Nala, rubiecita esponjosa con características similares al protagonista, nunca hace nada relevante en la serie y sólo le prestan atención para darle romanticismo al asunto. Las hienas, ¡ajá! hasta aquí quería llegar, ¿aún les parece que exagero? entonces quisiera que me dijeran de que color son las hienas y sobretodo, en la traducción en español ¿que acento se les coloca a estos tres secuaces de poca monta? ¡acento mexícano! No es acento frances, ni inglés, ni italiano ni portugués, ¡nooooo! tiene que ser latino, porque como todos los gringos y eurepos saben, los latinos son perfectos siguiendo órdenes, no son muy inteligentes pero sí diligentes. Esto sin mencionar que el mono Rafiki tiene acento cubano, porque como es lógico, los caribeños son los conocedores de esas magias primitivas y paganas.

Aunque suene paradójico, El rey león es una de mis películas animadas favoritas de todos los tiempos, me encantan los dibujos, la historia y la musicalización. De niña ví esta película unas treinta veces, y ya de grande la he visto como unas cinco más y por esto creo que soy una de las más indicadas para criticar lo que me parece que está mal, porque, a pesar de los detalles que resalté más arriba, y muchas otras muestras de otros tipos de intolerancia que puntualizaré en otro artículo lo pensaré dos veces antes de mostrarle la película a mis hijos, mis sobrinos o cualquier infante con el que mantenga algún vínculo sanguíneo/afectivo. Con esto no lo salvaré del mundo intolerante, injusto y lleno de prejuicios en el que vivimos, pero quizas retrase un poco ese codicionamiento sobre las nociones del bien el mal y su intrinseca relación con características tan irrelevantes al caso como la raza, la religión, el género o la preferencia sexual.

.

...La piedra completa aquí...